Cómo aplicar calor para el lumbago
La aplicación tópica de hielo o de calor puede ser un magnífico recurso para aliviar el dolor en la mayoría de los casos de dolor lumbar. Sin embargo, cada tratamiento es único y su funcionamiento resulta mejor según las características concretas y personales.
Casos en la parte inferior de la espalda que pueden beneficiarse de la terapia de calor y frío
La terapia de calor y/o frío es beneficiosa ya sea como terapia primaria o complementaria; es un tratamiento sencillo, económico y fácilmente disponible. Algunas pautas de aplicación:
- Dolor en la parte baja de la espalda debido a afecciones comunes, como hernias o discos degenerados, estenosis espinal (estrechamiento de los canales óseos de la columna que causa compresión nerviosa) o espondiolitis.
- Lesión directa en la parte inferior de la espalda por caídas, esguinces, lesiones deportivas (lesión por torsión jugando al golf) o golpes.
- Músculo contracturado por tensión o fuerza excesivas que provocan un estiramiento excesivo de las fibras musculares, (por ejemplo al levantar pesas).
- Dolor muscular inducido por el ejercicio, como por intentar un nuevo ejercicio, hacer ejercicio sin un período inicial de calentamiento o exagerar un ejercicio específico
Conviene usar la terapia de calor y frío de manera intermitente, durante 15 a 20 minutos, con un descanso de 2 horas entre ellos para evitar daños en la piel y los nervios.
Pautas para aplicar calor y frío en diferentes tipos de dolor de espalda
Si bien algunas personas pueden preferir usar un tipo de terapia sobre el otro, en algunos casos se da una mejor respuesta cuando se usa una terapia específica:
En el dolor de espalda agudo: Use frío primero y luego aplique calor
- Cuando su dolor de espalda es agudo (menos de 4 semanas de duración) y/o es debido a una lesión directa, use primero la terapia de frío.
- Bajar la temperatura corporal ayudará a contraer los vasos sanguíneos, reducir la hinchazón, disminuir la inflamación y causar un efecto anestésico.
- Una vez que la inflamación haya disminuido, use terapia de calor. Al aplicar calor, se mejora la flexibilidad de los tejidos blandos, el movimiento de los músculos y el funcionamiento general de la espalda. El calor local estimula la circulación sanguínea en la zona lumbar, lo que a su vez aporta nutrientes curativos a los tejidos lesionados.
- También se recomienda continuar usando la terapia de calor de forma intermitente durante varias horas o días para mejorar la cicatrización de los tejidos y prevenir la recurrencia del dolor.
Consejos para combinar la terapia de calor y frío en la rutina diaria
- Mantenga una venda o parche térmico cerca de su cama; úselo a primera hora de la mañana para calentar sus músculos si se despierta con dolor o rigidez en la espalda.
- Aplique un parche frío antes de acostarse si ha hecho ejercicio o ha trabajado con la espalda
- Use la terapia de calor antes de dormir y después de despertarse si tiene dolor de espalda crónico
Los beneficios de estas terapias serán más visibles cuando formen parte de su rutina diaria.
Opciones sencillas para aplicar la terapia de calor y frío
- Opciones de calor:
o Usando un calcetín lleno de arroz y calentado en el microondas
o Para calor continuo de bajo nivel, es útil una envoltura térmica adhesiva comercial
o Para calor húmedo, use una toalla caliente húmeda y para calor seco use un parche calentador o una bolsa de agua caliente
- Opciones de compresas frías:
o Una bolsa de verduras congeladas o cubitos de hielo envueltos en una toalla
También puede comprar parches de calor y/o frío, mantas térmicas / eléctricas o dispositivos emisores de calor especializados.
Cuándo no usar calor o frío para la zona lumbar
Hay algunas situaciones que no deben tratarse con terapia de calor o frío. Por ejemplo:
- No deben usarse en heridas abiertas, hemorragias o cuando hay líquido que sale de la región adolorida.
- En algunas afecciones crónicas, como esclerosis múltiple, mala circulación, lesiones de la médula espinal, diabetes mellitus y/o artritis reumatoide, se recomienda evitar la terapia de calor.
El calor en estas condiciones puede causar quemaduras excesivas, ulceración de la piel y/o aumento de la inflamación. También es recomendable evitar colocarse directamente sobre la fuente de calor debido al riesgo de quemaduras, daños en la piel o cambios permanentes en el color de la piel. Se puede usar una barrera protectora, como un paño o una toalla, entre la piel y la fuente de calor.
En general, muchas personas sienten que la terapia de calor funciona mejor para aliviar el dolor lumbar en comparación con el frío. Además, tomar analgésicos orales mientras se usan estas terapias puede tener un efecto adicional en el alivio general del dolor.