Contracciones musculares involuntarias en reposo
Te encuentras cómodamente sentado y de repente… tic, tic, tic., pequeños músculos en tus piernas comienzan a temblar, como si tuviesen vida propia. Los zumbidos, chisporroteos y golpes muy leves de un músculo contraído se sienten como extraños, un poco inquietantes. Y si te suceden con frecuencia, es posible que lleguen a preocuparte. Estas contracciones musculares en reposo, denominadas “fasciculaciones”, son involuntarias, aleatorias y muy comunes. Alrededor del 70 % de las personas reconocen haberlos tenido.
Los sitios más comunes del cuerpo en que se tienen contracciones musculares involuntarias son el párpado inferior y las piernas, pero también pueden contraerse los músculos de todo el cuerpo, incluidos los de los brazos, pies y la parte inferior del abdomen. Pueden ser perjudiciales, pero estas contracciones “fasciculaciones” generalmente no son motivo de preocupación, aunque muchas personas todavía sienten curiosidad por saber su causa.
A veces, las fasciculaciones pueden ser un signo de una afección de salud subyacente, pero esto ocurre en raras ocasiones. Sin embargo, conviene saber cuándo hay que tomarlo en serio.
¿Por qué tengo estos espasmos musculares?
El sistema nervioso humano se divide en sistema nervioso central y sistema nervioso periférico.
El sistema nervioso central incluye el cerebro y la médula espinal que a su vez se conectan a una serie de nervios diferentes que viajan por todo el cuerpo: a los brazos, las piernas, la cara y cualquier otro lugar. Este es el sistema nervioso periférico. Es probable estar familiarizado con algunos componentes del sistema nervioso periférico, como el nervio mediano, que es el nervio comprimido durante el síndrome del túnel carpiano, y el nervio cubital, al que, también se le conoce como el hueso de la risa. El sistema nervioso periférico también ayuda a controlar el movimiento muscular voluntario, cuando los nervios motores estimulan las contracciones musculares. Estos nervios desencadenan movimientos musculares que no son perceptibles día tras día, por lo que son muy sensibles.
Las fasciculaciones se producen cuando la inervación del sistema nervioso periférico al músculo no funciona correctamente y un músculo se dispara de forma involuntaria, provocando que se contraiga. Es algo muy habitual y estas fasciculaciones suelen pasar desapercibidas, pero en algunos casos, sí es posible sentir en el músculo una contracción nerviosa. En definitiva, se produce una estimulación en el cuerpo, por lo que aspectos como la cafeína, la emoción, el estrés, cualquier causa que aumente la adrenalina, puede hacer que las fasciculaciones sean más comunes. En el caso de las contracciones oculares, incluso podría deberse a la fatiga general de los músculos oculares.
Cómo detener las contracciones musculares
Debido a que no suelen revestir gravedad y no se comprenden por completo, no existen tratamientos aprobados por las Autoridades Sanitarias para detener las contracciones musculares. En los casos en que las contracciones musculares afectan a la vida o actividad profesional de una persona, por ejemplo, las contracciones faciales en alguien que aparece con frecuencia en la televisión, existen medicamentos específicos para relajar los músculos y, por lo tanto, reducir las contracciones.
Para las contracciones musculares ocasionales e inofensivas, algunas teorías consideran que los medicamentos para detener estas contracciones no merecen interés.
¿Las contracciones musculares involuntarias en reposo son lo mismo que los calambres musculares?
Los calambres dolorosos, esas sacudidas aleatorias del cuerpo que lo despiertan sobresaltado mientras se está quedando dormido: ¿también son causados por espasmos musculares? ¿O son algo más? Si el músculo se contrae hasta tal punto que toda la extremidad o el cuerpo se mueve, no es una fasciculación.
Se trata de un calambre o un espasmo muscular – similares a las fasciculaciones – pero diferentes. Las contracciones musculares son una activación muy leve, a menudo repetitiva, del músculo, pero no provoca una contracción muscular completa. Un calambre suele ser obvio y doloroso, pero muy probablemente se detendrá por sí mismo.
Otro fenómeno corporal curioso, relacionado con las contracciones musculares pero diferente, es el hipo. Se trata de contracciones espasmódicas e involuntarias del diafragma, un músculo importante para la respiración.
¿Cuándo hay que preocuparse por las contracciones musculares?
Un músculo contraído puede ser molesto, pero, afortunadamente, rara vez es grave. Algunas personas son más propensas a experimentar fasciculaciones. Si se han tenido durante muchos años y no se ha notado ningún otro cambio en su músculo, es probable que no haya de qué preocuparse. Sin embargo, si las contracciones musculares son nuevas y existen síntomas adicionales, los espasmosmusculares pueden ser signo de algo más preocupantes.
Nos preocuparemos por las contraciones musculares involuntarias en reposo cuando tienen un inicio relativamente repentino y están acompañadas de debilidad, pérdida de tono y una clara contracción en el músculo. Esto se debe a que las fasciculaciones junto con otros síntomas relacionados con los músculos pueden ser indicativos de una enfermedad neurológica grave, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), o cualquier otra afectación que dañe los nervios.
Cuando hay una degeneración de las neuronas motoras, una de las primeras características son las fasciculaciones donde antes no las había, que suele darse en las piernas y también a veces en la lengua. De hecho, las contracciones en el músculo de la lengua casi siempre son anormales. En el caso de experimentar nuevos espasmos musculares, así como otros problemas en el mismo músculo, es absolutamente recomendable tratar y hablar sobre estos síntomas con el especialista.