Dolor pared abdominal

Suelo pélvico dañado, causas y soluciones

¿Cómo se producen los problemas del suelo pélvico?

Los problemas del suelo pélvico pueden ocurrir cuando los músculos del suelo pélvico están estirados, debilitados o demasiado tensos. Algunas personas tienen los músculos del suelo pélvico débiles desde temprana edad, mientras que otras notan problemas después de determinadas etapas de la vida como el embarazo, el parto o la menopausia. Algunas personas tienen los músculos del suelo pélvico demasiado tensos y no pueden relajarse. Esto puede empeorar si se hacen ejercicios de compresión y se trabajan demasiado los músculos sin aprender a relajarse.

El estado de los músculos del suelo pélvico se ve afectada por varias cosas. Éstas incluyen:

  • no mantenerlos activos ni trabajarlos demasiado
  • estar embarazada y tener bebés
  • antecedentes de dolor de espalda
  • estreñimiento continuo y esfuerzo para vaciar los intestinos
  • tener sobrepeso u obesidad
  • levantar objetos pesados ​​(por ejemplo, en el trabajo o en el gimnasio)
  • tos o estornudos crónicos (por ejemplo, debido al asma, al tabaquismo o a la fiebre del heno)
  • lesión previa en la región pélvica (por ejemplo, una caída, cirugía o radioterapia pélvica)
  • Envejecimiento

Aunque están ocultos a la vista, los músculos del suelo pélvico pueden controlarse conscientemente y, por tanto, entrenarse, de forma muy parecida a los músculos de los brazos, las piernas o los abdominales (barriga). Fortalecer los músculos del suelo pélvico le ayudará a sostener activamente la vejiga y los intestinos. Esto mejora el control de la vejiga y los intestinos y reduce la probabilidad de que se produzca una fuga accidental de la vejiga o el intestino. Al igual que otros músculos de su cuerpo, los músculos del suelo pélvico se fortalecerán con un programa de ejercicio regular. Esto es importante tanto para hombres como para mujeres.

Señales de un problema del suelo pélvico

Los signos comunes que pueden indicar un problema del suelo pélvico incluyen:

  • pérdida accidental de orina al hacer ejercicio, reír, toser o estornudar
  • necesidad de llegar al baño con prisa o no llegar a tiempo
  • necesidad constante de ir al baño
  • tener dificultades para vaciar la vejiga o los intestinos
  • perder accidentalmente el control de la vejiga o los intestinos
  • pasar viento accidentalmente
  • un prolapso
  • dolor en el área pélvica
  • sexo doloroso

Tratamientos para la disfunción del suelo pélvico

El tratamiento que su médico puede recomendar para recuperar el suelo pélvico depende de cómo sea su afección y de los síntomas que tenga.

  • Vejiga hiperactiva. Si le produce vejiga hiperactiva, su médico puede recomendarle ejercicios de Kegel, cremas tópicas de estrógeno o medicamentos recetados para ayudar.
  • Los ejercicios de Kegel consisten en tensar los músculos pélvicos durante cinco segundos y luego soltarlos. Puedes hacer de 10 a 20 repeticiones, tres o cuatro veces al día. Esto puede ayudar a fortalecer los músculos pubococcígeos.
  • Incontinencia fecal. La disfunción del suelo pélvico también puede provocar incontinencia fecal. Esto ocurre cuando los músculos que controlan las deposiciones no funcionan correctamente y hay fugas. Para ello, su médico podría recomendarle cambios en su dieta, ejercicios del suelo pélvico o cirugía para estimular los nervios de la pelvis o tensar el músculo del esfínter.
  • Prolapso. En algunos casos de disfunción del suelo pélvico se produce prolapso. Esto ocurre cuando el recto o la vagina se salen de su lugar porque los músculos del piso pélvico ya no los sostienen adecuadamente. Los ejercicios de Kegel pueden ayudar con esto, pero uno de los tratamientos principales para el prolapso es la cirugía.

Tratamientos generales. En general, los tratamientos para la disfunción del suelo pélvico incluyen:

  • Relajantes musculares u otros medicamentos recetados
  • Fisioterapia para reentrenar y fortalecer los músculos.
  • Cambios de comportamiento, como recordarse a sí mismo que debe evitar esforzarse al ir al baño.
  • Cambios en el estilo de vida, como hacer yoga o bañarse para aprender a relajar los músculos del suelo pélvico.

Puedes hacer ejercicios de suelo pélvico para fortalecer tus músculos sin importar tu edad o sexo. También puedes hacértelos hayas dado a luz o no. Si planea quedar embarazada o está embarazada ahora, hacer ejercicios del suelo pélvico puede ayudar a prevenir disfunciones en el futuro.