Dolor en el glúteo y Síndrome piriforme
El síndrome piriforme es una lesión neuromuscular que se origina cuando el músculo piriforme comprime el nervio ciático.
El músculo piriforme es pequeño y plano y está situado justo detrás del glúteo mayor, cerca de la parte superior de la articulación de la cadera.
Es un músculo muy importante puesto que se encarga de estabilizar la cadera y permite su movilidad y rotación, lo que nos permite caminar, levantar peso con las piernas o simplemente mantener una posición erguida y estable.
Por sus cualidades podemos indicar que es un músculo esencial en deportes que requieran de una alta movilidad de piernas y caderas.
Causas del síndrome piriforme
Aunque en ocasiones es difícil encontrar la causa de este síndrome, podemos destacar las siguientes:
- Espasmos musculares en el piriforme, causados por disfunción de ese mismo músculo o de otras estructuras cercanas (como la articulación sacroíliaca o la cadera).
- Contractura muscular y puntos gatillo, rigidez o hinchazón del piriforme por lesión o espasmo.
Síntomas
Por lo general, el paciente describe un dolor agudo en la nalga similar a una ciática, que desciende por la parte posterior del muslo, gemelo y pie. Los síntomas más comunes del síndrome piriforme son:
- Dolor sordo en el glúteo
- Ciática, dolor que desciende por la pierna
- Dolor al andar o subir escaleras
- Aumento del dolor al pasar varias horas sentado
- Limitación de movimiento de la articulación de la cadera
Los síntomas del síndrome piriforme suelen empeorar tras pasar mucho tiempo sentado, caminando o corriendo, y tienen a mejorar al estar tumbados boca arriba.
Tratamiento de fisioterapia para el síndrome piriforme
Entre los cuidamos que se pueden realizar en casa, cabe señalar los siguientes:
Hielo y calor
En momentos de dolor agudo, es conveniente tumbarse boca abajo y colocar una bolsa con hielo en la zona dolorida durante 15 minutos aproximadamente. Se puede repetir cada 4 horas.
Se puede alternar con calor, lo que aumentará el flujo sanguíneo y por tanto la llegada de oxígeno y nutrientes necesarios para la recuperación.
Estiramientos
Existen una serie de estiramientos que pueden mejorar esta lesión. Se pueden ver aquí.
Fisioterapia
Además de lo comentado anteriormente, recomendamos acudir a un profesional fisioterapeuta, puesto que podrá realizar una valoración más exhaustiva junto con tratamientos de fisioterapia más complejos.
En nuestro centro de fisioterapia en Madrid Chamberí tratamos este tipo de lesiones aplicando Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI) y neuromodulación, siempre de forma ecoguiada. Con la combinación de fisioterapia invasiva y técnicas tradicionales como la terapia manual y osteopatía alcanzamos una buena y rápida recuperación que permite al paciente volver a realizar una vida sin dolor.